(EXCLUSIVO) Nadie lo esperaba, el capitán de Liga de Quito que le dejó el ojo morado a Rambert Vera

Enrique Vera fue uno de los jugadores más importantes durante los años gloriosos de Liga de Quito. Debido a esto la exigencia era muy alta entre los jugadores y a veces causó malos entendidos. En el programa Reyes de Cops, contó que en el 2009 sufrió un duro golpe por parte de uno de los capitanes históricos del club: “Yo tuve una pelea con el ‘Beto’ que nadie sabe, no me acuerdo qué partido fue que entramos del entretiempo y me fui al baño. Nos estábamos puteando y luego que me doy la vuelta siento un golpe, pero cuando nos íbamos agarrar llegó el doctor y ahí terminó. Yo salí con el ojo hinchado”.

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En la historia de Liga de Quito, dos nombres resuenan con fuerza y admiración: Enrique "Rambert" Vera y Norberto "Beto" Araujo. Estos dos jugadores, cada uno en su posición, se convirtieron en pilares fundamentales de los equipos que lograron las mayores gestas internacionales del club. Su entrega, calidad y liderazgo los catapultaron a la categoría de leyendas, cuyo legado perdura en el corazón de la hinchada alba.

Enrique Vera: El motor del mediocampo

Enrique Vera, apodado "Rambert" por su similitud con el aguerrido futbolista argentino, se ganó el cariño de la afición de Liga desde su llegada en 2006. Su despliegue físico, capacidad para recuperar balones y llegada al área rival lo convirtieron en un jugador clave en el mediocampo. Vera era el motor del equipo, el que contagiaba a sus compañeros con su entrega y sacrificio. Su garra y liderazgo lo convirtieron en un referente para la hinchada, que lo vio como un símbolo de la garra y el coraje que caracteriza al club.

Norberto Araujo: El muro de la defensa

Norberto Araujo, por su parte, se convirtió en el líder de la defensa de Liga. Su solidez, seguridad y capacidad para anticipar las jugadas rivales lo convirtieron en un muro infranqueable. Araujo era el jefe de la zaga, el que daba tranquilidad a sus compañeros y transmitía confianza a la afición. Su liderazgo y carisma lo convirtieron en un referente para la hinchada, que lo vio como un símbolo de la seguridad y la solidez defensiva que caracteriza al club.

Juntos en la gloria

Enrique Vera y Norberto Araujo fueron piezas fundamentales de los equipos de Liga de Quito que lograron los mayores éxitos internacionales en la historia del club. En el 2008, fueron parte fundamental de la obtención de la Copa Libertadores de América, el primer título internacional para el fútbol ecuatoriano. Vera aportó su garra y despliegue en el mediocampo, mientras que Araujo brindó seguridad y liderazgo en la defensa.

Un año después, en el 2009, Vera y Araujo volvieron a brillar en la Recopa Sudamericana, donde Liga venció al Internacional de Porto Alegre. Vera fue clave en la recuperación de balones y la creación de juego, mientras que Araujo se destacó por su solidez y liderazgo en la defensa. Estos logros los catapultaron a la selección paraguaya, donde se convirtieron en referentes y disputaron el Mundial de Sudáfrica 2010.

El legado de dos leyendas

Enrique Vera y Norberto Araujo se retiraron del fútbol profesional, pero su legado sigue vivo en el corazón de los hinchas de Liga de Quito. Su entrega, calidad y liderazgo los convirtieron en ídolos eternos, jugadores que trascendieron más allá de los títulos y se ganaron el respeto y cariño de toda una afición. Vera y Araujo son símbolos de la garra y la gloria que caracterizan a Liga de Quito, un club que ha sabido construir una historia de éxitos gracias al aporte de jugadores como ellos.

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