Por Diego Mendoza
Mucho hablan los chilenos de Byron Castillo y su supuesta nacionalidad colombiana, pero pocos recuerdan que Chile se vio envuelto en uno de los escándalos más vergonzosos en la historia del fútbol mundial. Era 1979, cuando estaba instaurada la dictadura en Chile, en ese tiempo el fútbol era presidido por el General de Carabineros Eduardo Gordon, quien nombró técnico de La Roja juvenil a Pedro García, quien sería el encargado de dirigir esa selección.
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En Uruguay, solo podían competir los jugadores que tuvieran menos de 19 años y seis meses. Pese a que había un grupo trabajando, la Asociación Central de Fútbol decidió llamar a 17 nuevos jugadores, quienes superaban la edad permitida. Entre ellos estaban Roberto Rojas, Juan Carlos Letelier, Raúl Ormeño y Mariano Puyol. Los pasaportes de los jugadores fueron adulterados.
Chile perdió 6-0 con Paraguay y 1-0 con Brasil y comenzaron las sospechas. Mariano Puyol y Edgardo Fuente regresaron a Chile por supuestas lesiones.Pese a todo quedó al descubierto la farsa, se perdió la clasificación a los Panamericanos de Puerto Rico. Además, García y los 23 futbolistas fueron detenidos en el aeropuerto.
Históricamente Chile debe tener verguenza deportiva, es absurdo que se quieran meter al Mundial por la ventana. Se cumplen más de 40 años de uno de los escándalos más grandes de la historia del fútbol chileno: la adulteración de pasaportes de jugadores para enfrentar el Sudamericano juvenil de Uruguay.
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