Por Mateo Garzón
Óscar Villegas, en zona mixta, dijo: "Porque teníamos a 5 jugadores con tarjeta amarilla y no queríamos perder a ninguno, 2 que estamos cuidando pensando en Paraguay, teníamos que priorizar, sabíamos de la dificultad que es Ecuador y también creíamos que nos podíamos permitir, bajo el proyecto que tenemos, jugar con 8 jugadores menores de 21 años".
La decisión de Bolivia de alinear un equipo mixto ante Ecuador en el último encuentro de las Eliminatorias Sudamericanas ha generado gran revuelo en el ámbito futbolístico. Los altiplánicos, priorizando el duelo contra Paraguay, sufrieron una contundente derrota por 4-0 en Guayaquil, lo que ha dejado varias reflexiones sobre las estrategias y consecuencias de esta decisión.
La selección boliviana, con la clasificación al Mundial prácticamente descartada, optó por resguardar a sus jugadores titulares para el crucial enfrentamiento contra Paraguay. Sin embargo, este cálculo resultó ser un riesgo que no valió la pena. Al enfrentar a una Selección Ecuatoriana que necesitaba los tres puntos para asegurar su posición en la tabla, los bolivianos se encontraron con un equipo motivado y decidido a sumar de a tres.
Ecuador, por su parte, supo aprovechar al máximo la situación. Con un equipo titular y una gran intensidad, los ecuatorianos dominaron el partido de principio a fin. Los cuatro goles conseguidos no solo aseguraron un triunfo importante, sino que también sirvieron para levantar el ánimo de la afición y consolidar el proyecto deportivo que se está llevando a cabo en la Selección.
La derrota ante Ecuador puede tener varias consecuencias para Bolivia:
Por otro lado, la goleada ante Bolivia es un mensaje claro para la Selección Ecuatoriana: el equipo está en el camino correcto. Los resultados positivos y el buen juego demostrado en los últimos partidos son una muestra del crecimiento del fútbol ecuatoriano.
Tanto Ecuador como Bolivia deberán analizar a fondo lo sucedido en este partido y tomar las medidas necesarias para mejorar en el futuro. Para Ecuador, el objetivo será mantener este nivel de rendimiento y seguir creciendo como equipo. Para Bolivia, el desafío será reconstruir un proyecto deportivo sólido y competitivo.
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