Por David Alomoto
Sebastián Beccacece ha tomado la decisión de jugar en el Monumental de Barcelona SC, en Guayaquil, solamente contra Argentina en el final de las Eliminatorias. Por lo demás, volverá a ser local en el Rodrigo Paz Delgado en Quito. La Selección Ecuatoriana se sintió respaldada por la afición pese a que no hubo el aforo total.
La elección de la ciudad que albergará los partidos de la Selección Ecuatoriana ha sido un tema recurrente en el fútbol nacional. Quito y Guayaquil, las dos urbes más grandes del país, han sido las principales candidatas para ser la sede oficial de la Tricolor. Cada ciudad presenta argumentos sólidos que respaldan su propuesta, generando un debate que apasiona a los aficionados.
Quito: La altura como ventaja
La capital ecuatoriana, ubicada a 2850 metros sobre el nivel del mar, ofrece una ventaja deportiva indiscutible: la altura. La menor cantidad de oxígeno en el aire puede dificultar el rendimiento de los equipos visitantes, lo que históricamente ha favorecido a la Selección Ecuatoriana. Además, el Estadio Olímpico Atahualpa cuenta con una gran capacidad y una historia ligada a los triunfos de la Tricolor.
Guayaquil: El calor de la hinchada
Por su parte, Guayaquil, con su clima cálido y húmedo, ofrece un ambiente de fiesta que contagia a los jugadores. El Estadio Monumental Banco Pichincha, casa del Barcelona SC, cuenta con una capacidad similar al Atahualpa y una atmósfera que puede ser determinante para conseguir resultados positivos. Además, la ciudad porteña concentra una gran cantidad de aficionados que siempre están dispuestos a apoyar a la Selección.
Argumentos a favor de cada ciudad:
Factores a considerar:
La elección de la sede de la Selección Ecuatoriana es una decisión compleja que debe tomar en cuenta diversos factores. Tanto Quito como Guayaquil ofrecen ventajas y desventajas, y la decisión final dependerá de los objetivos de la Federación Ecuatoriana de Fútbol y de las circunstancias de cada partido.
Lo importante es que la Selección Ecuatoriana cuente con el apoyo de toda la afición, sin importar en qué ciudad juegue. Al final, lo que más importa es que la Tricolor obtenga resultados positivos y que los ecuatorianos puedan disfrutar del buen fútbol.
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