Selección Ecuatoriana

Jugó un Mundial con La Tri, la fiesta le ganó y ahora gana $600 en su nuevo trabajo

Era una de las estrellas de La Tri y parecía que sería Ídolo, pero la fiesta le dañó la carrera y ahora juega en Segunda División

Por Mateo Garzón

Jugadores de La Tri (Foto tomada de: Flick/La Tri/Ribao)
Jugadores de La Tri (Foto tomada de: Flick/La Tri/Ribao)

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Eddy Corozo es uno de los jugadores que parecía tendría una carrera importante, pero al final no sucedió de esta forma. Se dedicó a la fiesta y es que, según él reveló, esto al final le dañó la carrera. Actualmente, juega en la segunda división de Ecuador y, por estimaciones, el salario de un jugador allí es de $600.

Eddy Corozo, un nombre que prometía mucho en el fútbol ecuatoriano, se convirtió en un ejemplo de cómo el talento puede ser eclipsado por las malas decisiones. Su carrera, marcada por un inicio prometedor en Emelec, se vio truncada por una vida marcada por excesos y la falta de disciplina.

Un inicio prometedor



Corozo emergió de las inferiores de Emelec demostrando un gran potencial. Su habilidad para recuperar balones, su capacidad física y su juventud lo convirtieron en una pieza clave del equipo eléctrico. Con tan solo 17 años, se ganó un lugar en el primer equipo y rápidamente se convirtió en un referente del mediocampo.

El ascenso y la caída



Su talento lo llevó a ser convocado a las selecciones juveniles de Ecuador, donde también destacó. Sin embargo, a medida que su fama crecía, también lo hacían los excesos. Corozo comenzó a frecuentar lugares nocturnos y a consumir alcohol, lo que afectó directamente su rendimiento deportivo.

La falta de disciplina comenzó a pasar factura. Su rendimiento en la cancha se vio mermado, y las oportunidades en Emelec comenzaron a escasear. A pesar de tener un contrato profesional, Corozo no pudo resistir las tentaciones y se dejó llevar por una vida llena de excesos.



Las consecuencias de sus actos

Las consecuencias de sus decisiones no se hicieron esperar. Corozo perdió la confianza de los técnicos, fue marginado del equipo y su carrera comenzó a decaer. Su adicción al alcohol lo llevó a perder contratos, dinero y, lo más importante, el respeto de sus compañeros y de la afición.

Un llamado de atención

En una entrevista, Corozo reconoció públicamente sus errores y expresó su arrepentimiento por haber desperdiciado su talento. Admitió que la adicción al alcohol lo llevó a perder muchas cosas importantes en su vida.

A pesar de sus intentos por rehabilitarse, Corozo nunca pudo recuperar el nivel que tuvo en sus inicios. Su carrera, llena de promesas, se convirtió en una advertencia para los jóvenes futbolistas sobre los peligros de la fama y los excesos.

Un mensaje para las futuras generaciones

La historia de Eddy Corozo es una lección para todos aquellos que sueñan con triunfar en el fútbol. El talento es importante, pero la disciplina, el trabajo duro y la humildad son fundamentales para alcanzar el éxito.

Es fundamental que los jóvenes futbolistas tengan claro que el fútbol es una profesión y que requiere de un gran compromiso. Deben aprender a manejar la fama y a resistir las tentaciones que puedan surgir en su camino.

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