Por Pedro Ortiz
Tomás Molina llegó el año pasado a Liga de Quito como un compelto desconocido, ya que en su carrera no había tenido pasos por alguno de los grandes de Argentina. Destacó en varios equipos de segunda división y por eso la hinchada no tuvo confianza en él.
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Conforme pasaron los partidos fue demostrando que tenía una técnica interesante y que podía convertirse en el delantero que tanto necesitaba Liga de Quito, ya que acabó el año anotando 14 goles en 36 partidos.
Cuando se tenía la seguridad de que Molina renovaría con Liga de Quito, se reveló que el jugador aumentó demasiado sus pretensiones económicas. Por eso terminó yéndose al FC Juárez, un equipo de media tabla para abajo y donde le ofrecieron ganar mucho más.
Después de seis meses, en el FC Juárez tomaron la decisión de dejar salir a Tomás Molina, pese a que le quedan dos años más de contrato. No cumplió las expectativas, ya que 16 partidos solo anotó 3 goles, acabando antepenúltimo en la Liga MX y sin entrar a los playoffs.
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