Por Diego Mendoza
La época dorada de Liga de Quito ocurrió en 2008, un cuadro capitalino que volaba en el terreno de juego logró su título más importante. En una competencia que era dominada por equipos brasileños y argentino, apareció un ecuatoriano para cambiarlo. El equipo albo levantó la Copa Libertadores y puso su nombre en lo más alto.
Los hinchas, no solo de Liga de Quito, lo festejaron y es recordado como uno de los mejores momentos en el fútbol del país. El técnico que se encargo de tal hazaña fue Edgardo Bauza, que en un principio no era tan querido. Tras encontrar el camino y lo que se necesitaba, el equipo empezó a conseguir los resultados.
Pasaron duros momentos, pero al final esto les trajo beneficios y la recompensa es recordada con cariño por todos. Tras dejar el fútbol, regresó al país para vivir una vida tranquila con su esposa y uno de sus hijos. Sin embargo, no todo fue color de rosa y se le diagnosticó de una enfermedad degenerativa que afecta su capacidad cognitiva.
Uno de sus hijos, Maximiliano Bauza comentó sobre el estado actual de su papá y dijo “Está cuidado y contenido. Está con su esposa Maritza y con mi hermano Nico. Está cuidado que es lo más importante y estamos todos acompañándolo”. Fue uno de los mejores entrenadores del fútbol ecuatoriano, su nombre es recordado.
Arrancó como entrenador en Rosario Central y en 2001 pasó a Vélez Sarsfield, un año después pasó a Colón. Dos años después pasó a Sport. Cristal, de 2006 al 2008 en LDU Quito, tras esto pasó al Al-Nassr. Regresó al cuadro capitalino y pasó a San Lorenzo, São Paulo y con la selección de Argentina, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Rosario Central.
22/11/2024
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