Quisieron hacer fiesta y lo perjudicarán, la fortuna que le tocaría pagar a Emelec por suspender el partido contra BSC

La hinchada de Emelec se dejó llevar por sus emociones y cuando lleguen las consecuencias se darán cuenta de que no valió la pena agredir a los rivales. Los antecedentes que hay en el fútbol ecuatoriano por actos indisciplinarios se han vuelto más severos, con el objetivo de minimizarlos. El pasado 29 de mayo del 2024 se multó a Liga de Quito con 49.000 dólares por encender objetos pirotécnicos, 1.200 por lanzamiento de objetos sin impacto y 24.500 por no cumplir los controles de seguridad. En el Clásico del Astillero del año pasado que se jugó en abril, Emelec ya recibió una fuerte multa de 82.200 dólares por acciones similares a las que pasaron en la Explosión Azul. Ahora las acciones fueron más serias y la multa para el 'Bombillo' podría ser superior a 100.000 dólares e incluso suspenderse una de las localidades para el partido del 16 de febrero contra Universidad Católica.

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La reciente "Explosión Azul", tradicional evento de presentación del Club Sport Emelec, se vio empañada por un incidente que ha generado polémica y preocupación en el mundo del fútbol ecuatoriano. Un grupo de hinchas del "Bombillo", llevado por la pasión y la rivalidad deportiva, protagonizó un conato de agresión contra jugadores de Barcelona SC, el archirrival del equipo eléctrico.

Durante el desarrollo del evento, mientras los jugadores de Barcelona SC se encontraban en el campo de juego, un grupo de aficionados de Emelec lazó objetos a la cancha con la clara intención de agredir a los futbolistas visitantes. Afortunadamente, la rápida intervención de la seguridad del estadio y de los propios jugadores evitó que la situación escalara a mayores consecuencias.}

A pesar de que la agresión no se consumó, el incidente no ha pasado desapercibido para las autoridades deportivas. La Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) ha anunciado que investigará lo sucedido y, de encontrar responsables, podría imponer sanciones económicas y deportivas al Club Sport Emelec. La situación económica del club "eléctrico" no es la mejor, lo que agravaría aún más la situación.

Este tipo de incidentes nos invitan a reflexionar sobre el papel de la violencia en el fútbol. La pasión y la rivalidad son elementos inherentes a este deporte, pero nunca deben ser una excusa para la agresión física o verbal. El fútbol debe ser una fiesta, un espacio de convivencia y sana competencia, donde las diferencias se resuelvan dentro de la cancha y no a través de la violencia.

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