Por Gabriel Sghirla
Emelec bajó mucho su nivel en el segundo tiempo y con el tempranero gol que marcó Delfín a los 46 minutos todo se desmoronó. El segundo gol llega por una desconcentración de la defensa y al firmarse el 2-0 Jorge Célico solo mostró cara de total preocupación.
El Club Sport Emelec, uno de los equipos más emblemáticos del fútbol ecuatoriano, se encuentra en una profunda crisis de resultados y juego. Tras su derrota 2-0 ante Delfín en el estadio Jocay de Manta, el equipo se hunde en el último lugar de la tabla de posiciones de la LigaPro, generando gran preocupación entre sus hinchas.
El partido ante Delfín era una oportunidad para que Emelec levantara cabeza y demostrara que podía revertir su mal momento. El equipo salió al campo de juego con la motivación de sumar sus primeros puntos en el campeonato.
Sin embargo, el partido no comenzó de la mejor manera para Emelec. A los 10 minutos de juego, el árbitro anuló un gol que parecía legal a favor del equipo eléctrico. Esta decisión afectó anímicamente a los jugadores, quienes vieron cómo se esfumaba una oportunidad clara de abrir el marcador.
A pesar del golpe anímico, Emelec intentó reponerse y generó varias oportunidades de gol en el primer tiempo. El equipo realizó seis remates al arco, de los cuales dos fueron directos a la portería. Sin embargo, la falta de precisión y contundencia en la definición impidió que Emelec se fuera al descanso con ventaja en el marcador.
En el segundo tiempo, el rendimiento de Emelec decayó drásticamente. El equipo no generó ocasiones claras de gol y no realizó ningún remate al arco. La falta de ideas y la desconexión entre los jugadores fueron evidentes.
Delfín, por su parte, aprovechó el bajón de nivel de Emelec y anotó dos goles que le dieron la victoria. El equipo eléctrico no tuvo capacidad de reacción y terminó perdiendo el partido 2-0.
Con esta derrota, Emelec se hunde en el último lugar de la tabla de posiciones de la LigaPro. El equipo no ha sumado ningún punto en las dos primeras fechas del campeonato y su rendimiento genera gran preocupación entre sus hinchas.
La crisis de Emelec es evidente. El equipo no muestra un juego sólido y consistente, y los resultados no acompañan. La falta de gol y la fragilidad defensiva son problemas que Jorge Célico, el entrenador del equipo, no ha podido solucionar.
La afición de Emelec exige respuestas y soluciones. Los hinchas quieren ver a su equipo jugando bien y ganando partidos. La paciencia se agota y la presión sobre Célico aumenta.
El futuro de Emelec es incierto. El equipo necesita reaccionar y encontrar el rumbo lo antes posible. De lo contrario, la temporada podría convertirse en una pesadilla para los hinchas eléctricos.
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