Por Mateo Garzón
Segundo Alejandro Castillo, dijo: "Mi primer sueldo fue en las inferiores la verdad, el primer sueldito que me dieron fue $300. Allí tenía como 16 añitos, tú sabes que igualmente en las inferiores uno tiene gastos, tiene que agarrar el bus para ir a entrenar y dije que $150 para mi mamá y $150 para mí, para guardar", esto lo confesó en una entrevista con Estadio en 2016.
La vida de Segundo Alejandro Castillo es un claro ejemplo de superación personal. Su infancia estuvo marcada por dificultades económicas que, lejos de amilanarlo, lo impulsaron a luchar por sus sueños.
El presente de Segundo Alejandro Castillo lo encuentra al mando del primer equipo de Barcelona SC, un sueño hecho realidad para un hombre que ha dedicado su vida al fútbol. Su ascenso a la dirección técnica del club amarillo no solo representa un reconocimiento a su trayectoria, sino también una oportunidad para demostrar su capacidad como estratega.
Segundo Alejandro Castillo ha demostrado, a lo largo de su trayectoria en Barcelona SC, un profundo conocimiento del club y un compromiso inquebrantable con sus colores. Su dedicación y su trabajo arduo le han valido la oportunidad de dirigir al equipo en un momento histórico: el año del centenario.
La llegada de Castillo al banquillo amarillo representa un nuevo capítulo en su carrera y en la historia de Barcelona SC. Su liderazgo y su conocimiento del club son fundamentales para alcanzar los objetivos trazados en el año del centenario.
La historia de Segundo Alejandro Castillo no es un caso aislado. Muchos futbolistas, al recibir su primer salario, demuestran su gratitud y amor por sus familias. Braian Oyola, en una entrevista con El Futbolero, confirmó que con su primer salario hizo compras para la casa. Este gesto refleja su deseo de contribuir al bienestar de su familia, especialmente en sus inicios como futbolista profesional.
Este tipo de actos son muy comunes en jugadores que vienen de familias de bajos recursos. Existen numerosos casos de jugadores que destinan su primer salario a ayudar a sus padres, hermanos o abuelos. Estos gestos suelen incluir la compra de alimentos, ropa, medicamentos o la reparación de la vivienda familiar. Muchos futbolistas profesionales, que han tenido una infancia complicada, no se olvidan de sus raíces.
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