Liga Pro A

Fue el fichaje más caro en Chile, fracasó en Liga de Quito y ahora juega en barriales

Los problemas fuera de la cancha le hicieron tocar fondo y ahora se gana la vida en el fútbol barrial

Por Mateo Garzón

Fútbol barrial (Foto tomada de: El Comercio/Wikipedia)
Fútbol barrial (Foto tomada de: El Comercio/Wikipedia)

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Eduardo Morante actualmente juega en barriales y dirige al Dortmund FC de Guayaquil, que es una escuela de formación. El jugador es recordado por su mal paso por Liga de Quito, donde tiempo después confesó que fracasó por una demanda. Morante, por el momento, sigue con esta deuda, aunque en 2012 se convirtió en el fichaje más caro de la U de Chile.

La historia de Eduardo Morante es un relato crudo sobre las altas y bajas del fútbol profesional. De ser un defensor cotizado, por quien se pagaron sumas millonarias, a enfrentar una dura realidad económica y personal, la vida de Morante ofrece una mirada a los desafíos que pueden acechar a los futbolistas más allá del terreno de juego. Actualmente, Morante se encuentra en una situación de insolvencia, luchando por salir adelante tras una serie de decisiones desafortunadas y problemas legales.



El Ascenso y la Promesa Incumplida

Morante surgió como una promesa del fútbol ecuatoriano, destacando por su solidez defensiva y su imponente físico. Esto lo llevó a ser fichado por la Universidad de Chile en 2012 por una cifra cercana a los 2 millones de dólares, convirtiéndose en uno de los fichajes más caros del club en ese momento. Sin embargo, su paso por el club chileno estuvo marcado por lesiones y un rendimiento que no justificó la inversión.



El Descenso y los Problemas Legales

Tras su paso por Chile, Morante regresó a Ecuador, donde continuó su carrera con altibajos. Sin embargo, fue fuera de las canchas donde enfrentaría el mayor desafío de su vida. En una entrevista con Diario Expreso, Morante confesó la difícil situación económica que atraviesa, producto de un problema legal que lo ha afectado profundamente.



"Cuando regresé a Ecuador hubo un inconveniente legal que me afectó mucho en la parte emocional y que hasta ahora estoy afrontando. En ese año, una señora (no reveló el nombre), que me llevó a Emelec en 2006 y con quien desafortunadamente firmé un contrato en el que le otorgaba el 50 % de alguna venta a futuro, me entabló una demanda por derechos de representación legal", reveló Morante.

Esta demanda, basada en un contrato firmado años atrás, lo llevó a perder una importante suma de dinero y lo sumió en una crisis económica que lo mantiene insolvente hasta el día de hoy. Este conflicto legal no solo lo afectó financieramente, sino que también tuvo un impacto devastador en su estado emocional, afectando su rendimiento en el campo y contribuyendo a su posterior retiro del fútbol profesional a los 29 años, jugando para Fuerza Amarilla en 2017.

La Lucha por la Supervivencia

La situación económica de Morante lo ha obligado a buscar alternativas para subsistir. En la entrevista con Diario Expreso, describió su presente: "Actualmente trabajo con un hermano en una escuela de fútbol y cuando puedo ‘cachueleo’ reforzando a equipos barriales o en pueblos". Estas palabras pintan un retrato de la dura realidad que enfrenta un exfutbolista que alguna vez gozó de fama y fortuna.

Autocrítica y Reconocimiento de Errores

Además de los problemas legales, Morante también ha reconocido sus propios errores que contribuyeron a su declive. En declaraciones para TNT, realizó una fuerte autocrítica sobre su vida personal durante su etapa como futbolista profesional: "No me cuidaba mucho, lo juro. Me gustaba mucho la noche, el alcohol, las mujeres, y eso me apartó mucho del fútbol. Traté de sentar cabeza cuando fui a Mushuc Runa. Ahí las piernas no me respondían".

Estas confesiones revelan una falta de profesionalismo que, sumada a los problemas legales, truncó su carrera. Morante reconoce que no priorizó su carrera deportiva y que sus excesos fuera del campo le pasaron factura.

Un Ejemplo de las Dificultades Post-Fútbol

La historia de Eduardo Morante es un recordatorio de que el éxito en el fútbol no garantiza una vida libre de problemas. Su caso pone de manifiesto la importancia de una buena asesoría legal y financiera, así como la necesidad de mantener un estilo de vida profesional dentro y fuera del campo.

La situación de Morante es lamentable, pero también sirve como una lección para las jóvenes promesas del fútbol ecuatoriano. Su historia es un llamado a la reflexión sobre la importancia de tomar decisiones informadas, rodearse de personas de confianza y priorizar el desarrollo profesional y personal. La historia de Eduardo Morante, de la cima a la insolvencia, es un testimonio de las fragilidades del éxito y la importancia de la preparación para el futuro, más allá del deporte.

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