Por Gabriel Sghirla
Norberto Araujo fue uno de los grandes ausentes en la Noche Blanca, debido a que en aquel 2008 fue el eje principal de la zaga central. Estuvo vinculado con Liga de Quito durante varias años y se dijo que no lo invitaron al homenaje porque tenía que disputar un partido amistoso contra Melgar en Perú con Deportivo Cuenca. Sin embargo, el ahora entrenador reveló en una entrevista que nunca lo llamaron para que asistiera a al evento del ‘Rey de Copas’.
El nombre de Norberto Araujo está indisolublemente ligado a uno de los momentos más gloriosos del fútbol ecuatoriano: la conquista de la Copa Libertadores 2008 con Liga Deportiva Universitaria de Quito. Su liderazgo, solidez defensiva y entrega incondicional lo convirtieron en una figura emblemática para la hinchada universitaria y en uno de los mejores defensores centrales que ha visto nuestro fútbol.
El corazón de la defensa albiazul
Araujo llegó a Liga de Quito en 2007 y rápidamente se ganó un lugar en el corazón de la hinchada. Su juego férreo, su capacidad para anticipar las jugadas y su liderazgo natural lo convirtieron en el baluarte de una defensa que fue prácticamente inexpugnable en la Copa Libertadores 2008.
Su papel en la final ante Fluminense fue fundamental. El "Samurái", como se le conocía cariñosamente, fue una muralla infranqueable, cortando cualquier intento de ataque del equipo brasileño. Además, su experiencia y tranquilidad fueron claves para mantener la calma en momentos de tensión.
Un legado imborrable
La conquista de la Copa Libertadores 2008 marcó un antes y un después en la historia de Liga de Quito y en la carrera de Norberto Araujo. El argentino se convirtió en un ídolo absoluto para la hinchada universitaria, que lo reconoció como uno de los grandes capitanes de la institución.
Su legado trasciende los títulos y las estadísticas. Araujo dejó una huella imborrable en el corazón de los hinchas albiazules, quienes siempre lo recordarán como un guerrero que defendió los colores de Liga con pasión y entrega.
Un referente para el fútbol ecuatoriano
Más allá de su paso por Liga de Quito, Norberto Araujo se convirtió en un referente para el fútbol ecuatoriano. Su profesionalismo, su compromiso y su calidad futbolística lo convirtieron en un ejemplo a seguir para las jóvenes generaciones de futbolistas.
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