Por Mateo Garzón
Fernando Cornejo y Gabriel Villamíl han sido los jugadores de Liga de Quito que son 2 menos cada vez que juegan. Ambos han dejado muchas dudas en la afición y frente a Emelec estuvieron desaparecidos, incluso el boliviano estuvo de lateral. Es una muestra de lo mal que están los capitalinos en el tema de los extranjeros y los fichajes.
La temporada actual ha sido un verdadero calvario para dos de los referentes de Liga de Quito: Fernando Cornejo y Gabriel Villamíl. Ambos jugadores, que en el pasado han sido piezas clave en el esquema del equipo universitario, han visto mermadas sus actuaciones de manera considerable, generando preocupación entre la hinchada y el cuerpo técnico.
El volante boliviano, quien llegó a Liga de Quito con grandes expectativas, ha tenido un rendimiento muy por debajo de lo esperado. Su juego físico, que lo caracterizaba, ha disminuido notablemente, y su capacidad para distribuir el balón se ha visto afectada. Además, ha cometido errores puntuales que han costado puntos al equipo. La falta de continuidad y las lesiones han sido factores que han influido en su bajo rendimiento.
Por su parte, Fernando Cornejo, ha mostrado un nivel irregular a lo largo de la temporada. Su liderazgo dentro del campo ha sido cuestionado, y su capacidad para imponer su juego se ha visto mermada. A pesar de su experiencia, el volante chileno no ha logrado encontrar la misma conexión con sus compañeros que en temporadas anteriores.
Existen diversas razones que podrían explicar el bajo rendimiento de Cornejo y Villamíl:
El bajo rendimiento de Cornejo y Villamíl ha tenido un impacto directo en los resultados de Liga de Quito. El equipo ha mostrado un juego irregular y ha perdido puntos importantes en partidos que parecían ganados. Además, la falta de liderazgo en el mediocampo ha generado una sensación de inseguridad en el equipo.
La directiva de Liga de Quito deberá tomar una decisión importante respecto al futuro de estos dos jugadores. Algunas opciones podrían ser:
La salida de Cornejo y Villamíl sería una baja sensible para Liga de Quito, pero también podría ser una oportunidad para renovar el equipo y comenzar un nuevo ciclo. La decisión que tome la directiva será crucial para el futuro del equipo universitario.
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