Por Mateo Garzón
Durante la transmisión del partido entre el Chelsea y Wolverhampton, el periodista argentino, Marcelo Espina, dijo: "Moisés y Enzo adelantan líneas, mientras que los 4 de atrás se quedan plantados en el fondo, por eso es que hay un espacio grande entre ambos, o adelantan las líneas todos o todos retroceden", es lo mismo que pasaba con Mauricio Pochettino, condenando a Moisés Caicedo a no tener un compañero que lo ayude.
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Este es uno de los principales errores que cometen los entrenadores del Chelsea para unir a Moisés Caicedo y Enzo Fernández. Ninguno de los dos puede jugar juntos y esto principalmente se debe a que el argentino no es de marca y suele abandonar esa zona. Por su parte, el ecuatoriano, cuando sube, no tiene quién le cubra las espaldas.
En su momento, la forma en la que se pudo resolver esto fue cuando Enzo Fernández se lesionó en medio de la temporada. Debido a que también Roméo Lavia se encontraba fuera por un golpe, Mauricio Pochettino tuvo que improvisar. Marc Cucurella utilizaba el puesto vacante en el mediocampo y se desenvolvía como lateral invertido.
Enzo Maresca tendría que pensar en cómo solucionar este problema y es que ya se repite a temporada seguida. Moisés Caicedo se ve muy solitario y en muchas ocasiones le toca retroceder porque no encuentra con quién jugar en el medio campo. Esto provoca que los aficionados lo critiquen y lo vean como el culpable de algunos errores.
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La solución que puede tener el italiano es unir a un tercer mediocampista completamente de marca como es Roméo Lavia. Con esto tendría a un jugador que cubra las espaldas a Moisés Caicedo y pueda intercambiar de rol en varios momentos del partido. Otra opción sería que mande a uno de los dos a la banca.
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