Por Mateo Garzón
El famoso Streamer, Speed está en Quito y cuando trató de saltar por segunda vez a una vestida de toro, no pudo. Se notó el efecto de la altura, mientras que hay hinchas que dicen que no existen. En los compromisos de alto impacto también tiene su importancia y una ventaja para los locales de la capital.
El famoso streamer estadounidense Darren Watkins Jr., conocido mundialmente como "Speed" o IShowSpeed, visitó recientemente la ciudad de Quito, generando revuelo entre sus seguidores ecuatorianos. Sin embargo, una de las anécdotas que más ha llamado la atención durante su estadía fue un intento fallido de saltar sobre una persona disfrazada de toro. Lo que en un principio parecía un simple acto de entretenimiento, terminó evidenciando uno de los factores más discutidos del fútbol en la capital ecuatoriana: el efecto de la altura.
Speed, conocido por su energía desbordante y sus acciones impulsivas, intentó realizar el salto en dos ocasiones. En el segundo intento, visiblemente fatigado, no logró completar la acrobacia, dejando en evidencia el impacto que la altura de Quito, ubicada a 2.850 metros sobre el nivel del mar, puede tener en el rendimiento físico.
El incidente con Speed ha reavivado el eterno debate sobre la influencia de la altura en el rendimiento deportivo, especialmente en el fútbol. Mientras algunos minimizan su efecto, argumentando que se trata de una excusa para justificar derrotas, otros, incluyendo deportistas y científicos, reconocen su impacto real y significativo.
La menor presión atmosférica en la altura reduce la disponibilidad de oxígeno, lo que afecta el rendimiento físico de los deportistas. Esto se traduce en una mayor dificultad para realizar esfuerzos intensos, una recuperación más lenta y una mayor propensión a la fatiga.
En el caso de Speed, un deportista acostumbrado a competir a nivel del mar, el efecto de la altura se hizo evidente en su segundo intento de salto. La falta de aire y la fatiga muscular le impidieron completar la acción, demostrando que la altura no es un mito, sino un factor real que influye en el rendimiento físico.
En el fútbol ecuatoriano, los equipos de Quito, como Liga de Quito, El Nacional, Aucas y Universidad Católica, históricamente han sacado provecho de la altura. La adaptación a estas condiciones les otorga una ventaja sobre los equipos que juegan a nivel del mar.
Esta ventaja se manifiesta en una mayor resistencia física, una mejor recuperación entre esfuerzos y un mayor conocimiento del comportamiento del balón en la altura. Los equipos visitantes, por su parte, suelen experimentar dificultades para adaptarse a estas condiciones, lo que influye en su rendimiento.
En partidos de alta exigencia, como finales de campeonatos o encuentros internacionales, el factor de la altura puede ser aún más determinante. La fatiga acumulada durante el partido y la mayor intensidad del juego pueden exacerbar los efectos de la altura en los jugadores visitantes.
En estos compromisos, la preparación física y la estrategia de juego se vuelven fundamentales. Los equipos que juegan en Quito deben aprovechar al máximo la ventaja de la altura, mientras que los visitantes deben implementar estrategias que les permitan minimizar sus efectos.
El debate sobre la altura en el fútbol ha generado diversas opiniones a lo largo de los años. Sin embargo, existe evidencia científica que respalda su impacto en el rendimiento deportivo. Estudios fisiológicos han demostrado que la menor presión atmosférica en la altura afecta la oxigenación de los músculos y el rendimiento cardiovascular.
Además, la experiencia de numerosos deportistas que han competido en la altura respalda esta teoría. Muchos atletas han manifestado haber experimentado dificultades para adaptarse a estas condiciones, lo que ha influido en su desempeño.
El incidente con Speed en Quito, aunque anecdótico, sirve como un recordatorio de la influencia real de la altura en el rendimiento físico. Su intento fallido de salto, aunque en un contexto diferente al deportivo, evidenció los efectos de la altura en un cuerpo no aclimatado.
Este incidente reabre el debate sobre la importancia de considerar este factor en el fútbol ecuatoriano, especialmente en los partidos que se disputan en Quito. La altura no es un mito, sino una realidad que influye en el rendimiento deportivo y que debe ser tomada en cuenta por jugadores, entrenadores y directivos.
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