Por Gabriel Sghirla
Edgardo Bauza se convirtió en una de las más grandes leyendas que tiene Liga de Quito por ser hasta ahora el único entrenador que ha sacado campeón de la Copa Libertadores a un equipo ecuatoriano. Hubiese sido inimaginable verlo dirigir a otro club del país y en especial a Barcelona SC. Sin embargo, José Francisco Cevallos contó en el programa Voz Autorizada cómo quiso tenerlo al 'Patón': "Cuando yo fui presidente de Barcelona SC en el 2015 hablé personalmente con Edgardo Bauza y como sabía que estaba viviendo en Quito lo llamé y le dije que quería tenerlo en el equipo, pero él me respondió 'no gracias José Francisco, yo soy muy identificado con Liga de Quito y no podría hacerle eso a la hinchada', luego de eso no lo volví a insistir".
Edgardo Bauza, el “Patón”, dejó una huella imborrable en el corazón de la hinchada universitaria. Más allá de los títulos y los logros deportivos, el argentino se convirtió en un quiteño más, enamorado de la ciudad y de su gente.
Un amor que trascendió lo deportivo
Bauza llegó a Liga de Quito en un momento crucial para el club. Con su carisma y su experiencia, logró conformar un equipo sólido y competitivo que conquistó América. Pero más allá de los resultados en la cancha, el entrenador argentino se ganó el cariño de los hinchas por su entrega, su pasión y su humildad.
Su conexión con la ciudad fue más allá de lo profesional. Bauza se enamoró de Quito, de su gente, de su cultura. Decidió quedarse a vivir en la capital ecuatoriana, convirtiéndose en un ciudadano más. Esta decisión fue un claro gesto de amor hacia el club y hacia la ciudad que lo había acogido con los brazos abiertos.
Un legado que perdurará en el tiempo
La conquista de la Copa Libertadores de 2008 fue el punto más alto de la carrera de Bauza en Liga de Quito. Sin embargo, su legado trasciende ese logro. El “Patón” dejó un estilo de juego ofensivo y vistoso, basado en la posesión del balón y en la presión alta. Además, formó un equipo con una identidad propia, que supo imponer su juego en cualquier cancha.
Su figura se convirtió en un símbolo de la identidad universitaria. Bauza representó los valores de lucha, esfuerzo y superación que caracterizan a Liga de Quito. Su legado inspiró a generaciones de jugadores y hinchas, que siguen recordando con cariño su paso por el club.
Un quiteño más
Después de su retiro como entrenador, Bauza continuó viviendo en Quito. Se convirtió en un hincha más de Liga, asistiendo a los partidos y apoyando al equipo desde las tribunas. Su presencia en el estadio era siempre motivo de alegría para los hinchas, que lo recibían con ovaciones y cánticos.
La enfermedad que lo aquejaba en los últimos años no le impidió seguir amando al fútbol y a Liga de Quito. Su salida fue un duro golpe para todos los hinchas universitarios, pero su legado seguirá vivo por siempre en el corazón de los albos.
31/01/2025
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