Por Mateo Garzón
Ángel Cheme confirmó, en el programa de Reyes de Copas, de El Futbolero, que cuando realizó pruebas en Aucas con Gonzalo Chila y solo a él lo escogieron. Esto desencadenó que el tío de Gonzalo le aconsejara tomar la identidad de su sobrino para que pudiera jugar. Esto se debe a que Cheme por edad no podía entrar, pero Chila sí, por esta razón sucedió esto.
La historia de Ángel Cheme, quien durante años se hizo conocer como Gonzalo Chila, sigue revelando detalles sobre las circunstancias que lo llevaron a suplantar su identidad en el fútbol ecuatoriano. En una reciente aparición en el programa "Reyes de Copas" de El Futbolero, Cheme confirmó que fue durante unas pruebas en Aucas donde se gestó la decisión de adoptar la identidad. La razón principal: su edad real le impedía ingresar a las categorías formativas del club, mientras que la edad de Gonzalo Chila sí lo permitía. Un consejo de un tío fue el detonante de esta decisión que marcaría su carrera.
La confesión de Cheme ofrece una nueva perspectiva sobre un tema que ha generado controversia en el fútbol ecuatoriano. Si bien la falsificación de identidad es una práctica condenable, entender el contexto en el que se tomó esta decisión ayuda a comprender las motivaciones del jugador, aunque sin justificar su accionar.
Según el relato de Ángel Cheme en "Reyes de Copas", el momento crucial se dio durante unas pruebas de jugadores en Aucas. Cheme, con el deseo de continuar su carrera futbolística, se presentó a estas pruebas junto a otros jóvenes. Sin embargo, su edad real lo dejaba fuera de las categorías a las que aspiraba.
Fue entonces cuando, según su testimonio, solo a él lo escogieron de todas las personas que se presentaron a las pruebas. Este hecho, sumado a la imposibilidad de ingresar por su edad, generó una conversación con un tío cercano que le propuso una solución que cambiaría su vida.
En medio de la frustración por no poder ingresar a Aucas debido a su edad, un tío de Ángel Cheme le sugirió utilizar la identidad de su sobrino, Gonzalo Chila. La edad de Gonzalo sí se ajustaba a los requerimientos del club, lo que abría una puerta para que Cheme pudiera continuar con su sueño de jugar al fútbol.
Este consejo, aunque bienintencionado en el contexto de darle una oportunidad al joven futbolista, dio inicio a una situación irregular que tendría consecuencias a largo plazo.
Cheme ha explicado en reiteradas ocasiones que su principal motivación para adoptar la identidad de su sobrino fue la necesidad de jugar. Tras su salida de las formativas de Liga de Quito, donde se manejó con su documentación original, se encontró con la dificultad de no encontrar un espacio en otros clubes debido a su edad.
La oportunidad de jugar en Aucas, aunque bajo una identidad falsa, representaba una tabla de salvación para su carrera. Esta necesidad, sumada al consejo de su tío, lo llevó a tomar una decisión que marcaría su futuro.
Si bien el cambio de identidad le permitió a Ángel Cheme jugar al fútbol profesionalmente durante varios años, esta decisión tuvo consecuencias negativas a largo plazo. La polémica generada por la revelación de su verdadera identidad afectó su imagen y generó desconfianza en algunos sectores del fútbol.
Este caso sirve como un recordatorio de que las prácticas irregulares, aunque puedan parecer una solución a corto plazo, tienen consecuencias negativas a largo plazo, tanto para el jugador como para el deporte en general.
La historia de Ángel Cheme también invita a reflexionar sobre el sistema de fútbol formativo en Ecuador. La presión por cumplir con ciertos rangos de edad y la falta de oportunidades para jugadores que superan esos límites pueden llevar a situaciones como la que vivió Cheme.
Es necesario que se revisen las políticas de las categorías formativas y se busquen alternativas para que el talento no se pierda por cuestiones de edad. Se deben priorizar las habilidades y el potencial de los jugadores, más allá de su fecha de nacimiento.
La confirmación de Ángel Cheme sobre el origen de su falsificación de identidad ofrece una nueva perspectiva sobre este polémico caso. La imposibilidad de ingresar a Aucas por su edad real y el consejo de un tío cercano fueron los detonantes de esta decisión.
Si bien no se justifica la falsificación, entender el contexto ayuda a comprender las motivaciones del jugador. Su historia sirve como una lección sobre las consecuencias negativas de las prácticas irregulares y la necesidad de mejorar el sistema de fútbol formativo en Ecuador. La confesión de Cheme en "Reyes de Copas" añade un capítulo más a una historia que ha marcado el fútbol ecuatoriano.
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